lunes, 24 de octubre de 2011

Un año después

  Hace un año intente mi primera sesión de Martin, con unos resultados que no fueron los deseados.
26/10/2010
  Unos días antes de la jornada fotográfica me pase por el rio para dejar un posadero y que se fuera acostumbrando a él, con la intención de cambiarlo el día de la sesión por un palito más vistoso y atractivo.
  Por fin llego  el día y doy un paseo hasta la zona en cuestión y a una distancia más que prudencial observo con los prismáticos que esta posado en el sitio preparado, espero unos minutos a que se marche, para que no se percate de mi presencia, hasta preparar el tinglado, cuando llego al lugar donde voy a montar el hide comienza a dar pasadas por el rio  y en lugar de incomodarle el sigue a su aire sin dejar de sobrevolar la orilla, yo atacado de los nervios monto el hide en tiempo record, me meto dentro a toda leche, sin cambiar el posadero y sin ninguna esperanza de hacer una sola foto, a si que así me tuvo casi cuatro horas esperando, viéndole posado en las ramas del fondo y dando pasadas arriba y abajo, cuando estaba a punto de recoger los trastos decidió parar a visitarme, tan solo le pude hacer siete fotos con una luz estupenda, con el sol poniéndose tras las lomas, el bicho quedo guapo con unos colores verdes espectaculares pero  con un posadero de lo más cutre.
  Hace unos días justo un año después volví al mismo sitio y utilice la misma táctica, poner un posadero previo unos días antes, pero esta vez fui con las ideas más claras y dispuesto a no dejarme intimidar por este bello canijo, monté el hide, puse el palo elegido para el momento, casi otras tres horas de espera y cuando la luz era la mejor apareció, en esta ocasión le hice unas cuantas fotos en los siete u ocho minutos que estuvo posando.


D200, 50-500, 500mm, F/8, 1/80s, +0.7EV, ISO 160, recorte de +/- 20%




  
D200, 50-500, 500mm, F/8, 1/80s, +0.7EV, ISO 160 





D200, 50-500, 420mm, F/8, 1/80s, +0.7EV, ISO 160




D200, 50-500, 320mm, F/8, 1/80s, +0.7EV, ISO 160